Recomendaciones para gestión de activos

Análisis de activos

Calibrar los riesgos crediticios y crear una cartera de bonos es una tarea complicada. Aquí es donde entran en juego las empresas de gestión de activos, que cuentan con la habilidad y los recursos necesarios para crear una cartera de bonos y luego supervisar su rendimiento continuo. Dichas carteras suelen estar adaptadas por subclases de activos dentro de la renta fija, como los bonos corporativos y la deuda pública mundial, por ejemplo. El gestor de la cartera supervisa tanto el entorno macroeconómico como los propios bonos y ajusta la cartera en consecuencia.

Los fondos más resistentes suelen estar compuestos por una mezcla de bonos de varios emisores. Este enfoque distribuye el riesgo del fondo y refleja el adagio “no pongas todos los huevos en la misma cesta”. Si un fondo de renta fija contiene bonos de 60 emisores diferentes, y uno de estos emisores tiene la mala suerte de incumplir su deuda, la diversificación amortiguará el golpe.

El papel de un gestor de cartera es evaluar los bonos disponibles en el universo de la renta fija y crear la combinación más dinámica. Por lo tanto, si un inversor está pensando: “¿Cuál es la mejor inversión en renta fija para mi cartera?” – es crucial encontrar un gestor de carteras de confianza, que tenga las habilidades y la experiencia para ayudarle a alcanzar sus objetivos.

Un elemento de protección del capital para activos

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La segunda razón por la que los bonos son populares entre los inversores es su promesa de devolver el capital. Aunque los mercados de bonos pueden (y de hecho lo hacen) fluctuar, el emisor del bono se ha comprometido contractualmente a devolverlo cuando venza. Compárelo con el mercado de valores, en el que el inversor no tiene esa garantía. Y, aunque las cuentas de ahorro también ofrecen seguridad, los ingresos generados por los bonos suelen ser más altos que los tipos de ahorro actuales.

Aunque el emisor haya prometido devolver el bono, siempre es posible que tenga dificultades financieras, lo que podría impedirlo. ¿Cómo puede un inversor estar seguro de que su inversión será finalmente reembolsada? Bien, una buena guía para la solvencia es la calificación crediticia del bono. En el caso de los bonos corporativos y gubernamentales, las organizaciones especializadas llamadas agencias de calificación crediticia evalúan toda una serie de factores antes de asignar una calificación crediticia al bono.

La puntuación de un bono refleja su riesgo crediticio global, en otras palabras, la probabilidad de que el emisor incumpla el pago de la deuda o de los intereses y defraude al inversor.

Análisis de activos de renta fija

El tercer beneficio clave que ofrecen los bonos es su estabilidad

Como vimos durante la crisis financiera, los mercados bursátiles pueden oscilar salvajemente, con movimientos extremos de precios. Además, aunque los bonos se ven afectados por los mismos factores que pueden inquietar a los inversores (es decir, los tipos de interés y la inflación), sus movimientos de precios no son tan extremos como los de la renta variable.

Los bonos también se consideran más estables y menos arriesgados que la renta variable. Por ejemplo, si un inversor estuviera interesado en una empresa, podría elegir entre los bonos de la misma y sus acciones.

Supongamos que el inversor decide comprar los bonos y la empresa entra en quiebra. Como tenedor de bonos, el inversor tendría prioridad sobre los accionistas, lo que significa que tendría más posibilidades de recuperar parte de su inversión. Este aspecto estable de los bonos es especialmente valioso cuando se mantienen en una cartera diversificada, ya que compensa el efecto de inversiones más volátiles, como las acciones.

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